Ladrones del Morby I

Era una tarde tranquila y bastante desperdiciada, ya que ambos amigos no hicieron su trabajo y la jornada ya había cesado. El sol se escondía y estos estaban bebiendo soda relajados bajo un árbol, Casi cayendo dormidos ante el silencio, pero una molesta voz hiso que el peliazul reaccionara:  

-¡Mordecai y Rigby!  ¡¿QUE HACEN AQUÍ?! ¡ESTAN DESPEDIDOS! –Hablaba sin tener piedad-

-¡¿Qué?! No Benson, por favor danos otra oportunidad... ¿Tienes piedad por dos tontos? –Rogo el ave-

-*Suspiró* Si... Solo un poco... ¡Esta es la última! ¡¡¿¿OYERON??!! –Gritó-

-Si, claro... ¿Qué hacemos? Di lo que quieras, pero no nos despidas –Hablo el mapache-

-¡Necesito que vayan a comprar pintura para los carros! Y espero que nada falle, por que quizás me arrepienta de o que eh dicho...  

Estos sin decir nada se pararon y salieron corriendo a la tienda, se subieron a un carro y partieron. En el camino Rigby miraba el perfil de Mordecai concentrado en el camino. No podía evitar pensar en su amor hacia él, El deseo de besar sus labios era cada día más intenso y desafiante. Mientras el peliazul algo afligido lo miraba de reojo, pesando en ya declarase. Pero... ¿El me amara? –Se preguntaba- y sin pensarlo dos veces paró fuertemente:

-Rigby... ya no lo soporto mas... –Lo miro casi de inmediato-

-¿De que hablas? –Confundido-

-Yo... te amo... ¡Lo se!, Posiblemente dejes de ser mi amigo, por ser raro o algo así... pero no puedo evitarlo, cada vez que te veo dormir, o esas trabajando mas lejos de mi... No puedo evitar querer besarte y hacerte mío...

-Mordecai...-Susurró- Yo... no sé que decirte... pero... Solo hacer esto...-Se acercó, lo tomo de las mejillas y lo beso-  

Este profundizó el beso y acariciaba su castaño pelaje disfrutando a todo momento aquella oportunidad de besar al amor de su vida. De repente abrió los ojos algo asustado (Sin soltar a Rigby) y miró el reloj: Ya era muy tarde.

-Mmmhh... ¡Rigby! Benson nos va a matar... Vámonos ya.-Se acomodó y encendió rápida y nerviosamente el carrito-

Llegaron rápido a un estacionamiento, se bajaron y caminaron el reto del camino para llegar a la tienda. Es la esquina habían unos tipos raros, entraron a la tienda, pero los ignoraron. Al entrar todos estaban en el suelo y el cajero tenia las manos arriba.

-¡Oye, agarra a la urraca! –Grito uno de los tipos apuntándolo-

Este lo trato de tomar de los hombros, Pero este se resistió empujándolo – ¡Suéltame!- Este reacciono disparándole en un ala y haciéndolo caer al suelo.

-¡Mordecai! No... –Se agacho- ¿Estas bien?

-Mejor agarra al pequeño y amenaza a ese con matarlo.-Ordenó el desconocido-

Este lo tomo de los brazos levantándolo y al rato otro se acercó y le apunto con una pistola en la cabeza -¡Mordecai, Ayúdame!- El ave algo débil, se paro y hablo: -Déjenlo en paz... are... lo que sea...- El tipo bajo la pistola y sonrió:

-Bien... dame todo tu dinero... si no este ratoncito tuyo muere...-Le extendió la mano con el fin de recibir el dinero-.  

-Esta bien...-Le puso la billetera sobre la mano extendida que de inmediato se cerró- Ahora déjenlo ir...  

-Oh claro que lo dejare ir...-Le golpeo el pico y corrió fuera de local con los otros-.

-Mordecai... Gracias... Eres muy valiente, Te amo...-Lo abrazo-

La ambulancia y Policía llegaron rápidamente. Mordecai fue llevado a urgencias y El castaño fue a acompañarlo. Después de unos minutos esperando, la enfermera lo dejo a pasar. El arrendajo estaba en una camilla, lleno de cables y parches, parecía estar muerto pero al escuchar al mapache, abrió los ojos.

-Ri... Rigby... ¿Eres tu? –Trataba de impulsarse para verlo mejor- ¿Viniste a verme...?

-No te dejare solo jamás... Yo te amo... y Además me salvaste así que te debo un favor...

-Jejeje... eso lo arreglaremos... después... –Le acaricio la mejilla- Yo también te amo... y quiero que lo sepas mas que nunca para que no me olvides...

-¿Olvidarte? No entiendo... ¿De que hablas? –Preguntaba con una mirada tierna y confundida-  

-Me voy... a morir... Estoy muy grave...-Presionó los parpados con dolor- Nunca me olvides...

-No me digas eso –Lloraba- Eso nadie te lo ah dicho... y ¡NO TE VAS A MORIR! Por favor... No me dejes...-Le tomaba la mano algo asustado y triste-

-Je...Jeje... No seas tonto... Estoy jugando contigo... No llores, cariño...-hablaba con los ojos cerrados, Parecía dormitar-

-Mordecai... Oye despierta ¿Estas vivo, cierto?

-Si, tonto...

Este en silencio salió de la habitación para dejarlo descansar. Se fue a la casa preocupado y triste, sin saber que tan grabe podría estar su "Novio" o si algo le pasaría durante la noche ¿Dormiría bien?-se Preguntaba- Ojala estar con el en ese momento...Que lindo seria. Llego a la casa con unas cuantas lágrimas. Cuando abrió la puerta Benson lo miro con desprecio y algo rojo:

-¡¿ESTAS SON HORAS DE LLEGAR!? ¿Dónde esta la pintura y Mordecai? –Regañaba-  

-Benson, Puedo explicarlo todo...

Después de explicar, la cara de Benson se cambio por completo y solo se retiro en silencio, cerrando la conversación. El castaño se sentó en el sofá con poco ánimo. Se puso a jugar videojuegos para animarse, pero cada minuto su amorcito invadía su cabeza desconcentrándolo y apeándolo. No era lo mismo sin Mordecai, Solo subió con la vista pegada al suelo y se acurruco en la cama de su amada ave, algo preocupado y triste, pero a gusto con el olor del arrendajo acompañándolo al dormir. Luego de por fin caer dormido comenzó a Soñar:

Rigby había desayunado, Sonó el teléfono y este contestó:-Señor lo lamentamos, su amigo ha fallecido, por estar muy débil...- Despertó.

-AHH! Oh... solo fue un sueño, que alivio...-Se refregó los ojos- ¡Mordecai! Tengo que ir a verlo...

Corrió  hacia las escalera muy apurado y angustiado, Esquivando a Benson quien le refunfuñaba agitando el puño desde lo lejos. Corriendo salió del parque y se dirigió al hospital a toda velocidad, con el corazón retumbando de alegría por volver a ver a su amado "Amigo". Al llegar pasó directo hacia la habitación y freno haciendo chillar el piso. Volteo y se encontró con una camilla vacía, Rigby de inmediato pensó lo peor: Murió. Este sin tener una expresión definida en el rostro, se tiro de rodillas al piso y comenzó a llorar. De repente su hombro siente un suave tacto sobre el, Al voltear vio la cara del arrendajo, con el pico vendado y unas vendas en los brazos.

-¿Se te murió alguien, cafecito?- Pregunto con cariño-  

-¡Mordecai! –Exclamo con alegría- ¡Estas vivo! Pensé... que nunca te volvería a ver...-Lo abrazo y refregó su cara contra las plumas azules del ave-  

-¿Muerto? Viejo, estoy mejor que nunca... Ya vamos a tomar un café...-Le extendió la mano para levantarse-

Salieron del hospital y Mordecai miro a su alrededor con expresión de buscar algo -¿Dónde esta el carrito?- Preguntó. El mapache se puso algo nervioso y trataba de explicar:

-Es que... yo no... ¡No lo se!

-¿¡NO SABES DONDE ESTA!? Quizás lo robaron, Llama a la policía... BENSON NOS MATARA -Se puso algo histérico-

-No... Es que no lo traje...-Se avergonzaba-

-Corriste... ¿Por mi?-Cambio el tono drásticamente y lo miraba con una tierna sonrisa-

-Claro... te amo...-Se sonrojo y miro al suelo-  

Continuará...